A qué nos referimos con tecnología

“Tecnología” muchas veces se asocia a máquinas digitales y objetos e industrias de punta, como computadoras, aviones o biotecnología.

Una definición más precisa de tecnología sería: un conjunto útil de técnicas reunidas en un sistema y en un tiempo determinado, que frecuentemente se concretan en objetos físicos. Usando esta definición podemos ver que en realidad todo tipo de tecnologías forman parte de nuestra vida diaria. Las bicicletas y la ropa son tecnologías. También lo son la rotación de cultivos, las armas de fuego y la energía nuclear.

Visto así, es más fácil darnos cuenta de que las tecnologías conllevan ineludiblemente impactos en el bien común, consecuencias que pueden ser positivas o negativas. Entonces resulta imprescindible sean evaluadas.

Para evaluar las tecnologías de manera eficaz, cualquier definición que utilicemos de ellas debe rechazar el supuesto común de que son herramientas neutrales, o que son simplemente objetos y procesos que nos permiten resolver un problema o hacer algo.

Consideramos que las tecnologías tienen implicaciones políticas y que las relaciones de poder a menudo se integran inadvertidamente (y a veces intencionalmente) en los sistemas tecnológicos y los dispositivos que surgen de ellos. Estas relaciones de poder invisibles introducen, con las tecnologías o herramientas, injusticias sociales o amenazas a los ecosistemas.

Todas estas son tecnologías:

Para una guía sobre la tecnología desde la perspectiva el Grupo ETC, escuche el Podcast no 4 “Qué es la tecnología” (en inglés).

Preguntas:

Algunas de las preguntas clave que deben hacerse en un proceso de evaluación de tecnología son:

P: ¿Qué personas, organismos no humanos y ecosistemas podrían verse afectados por una tecnología potencial? ¿Cuales son las necesidades de estos organismos no humanos y ecosistemas?

P: ¿Cómo podrían las comunidades involucrarse en un proceso de consentimiento libre, previo e informado sobre el potencial desarrollo y despliegue de esta tecnología desde el principio?

P: ¿Quién puede ganar – y quién podría perder – en un futuro en el que se desarrolló y eventualmente se aplicó tal tecnología? ¿Eso mejoraría o empeoraría las condiciones sociales y ecológicas?

P: ¿Cuáles son las incertidumbres en torno al conocimiento asociado con esta área de la ciencia y la tecnología?

P: ¿Cuáles son los cuerpos de conocimiento relevantes y la sabiduría acumulada asociados con ese desarrollo tecnológico?

P: ¿Existen otras formas de lograr lo que la tecnología pretende hacer (incluidas las soluciones de base social y otros medios que no involucran esta tecnología)? ¿Se han considerado suficientemente esas otras formas?

La evaluación participativa de la tecnología tiene como objetivo encontrar formas de responder a estas preguntas que lleven la experiencia vivida, el conocimiento y la sabiduría de toda la gente, incluidos trabajadores y trabajadoras manuales, pueblos indígenas, comunidades campesinas, especialmente las mujeres, personas discapacitadas y otros grupos que experimentan opresión, al centro de las discusiones. La investigación-acción participativa  es un enfoque que se utiliza a menudo para este propósito.

Sin embargo, existen otras formas de evaluación de tecnología, como las que realizan los parlamentos nacionales (a menudo llamadas evaluación de tecnología parlamentaria), las que realizan exclusivamente expertos (como académicos o científicos gubernamentales) o las que involucran a ciudadanos como voluntarios que recopilan datos para expertos (ciencia ciudadana – ver glosario).

Por qué necesitamos evaluación de la tecnología

Cómo se evalúan las tecnologías

Plataformas regionales de evaluación de la tecnología